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Yolanda Añazco

Obras:

Poesía: De la obra GRITO Y HOGUERA: “EL CONDOR"

GENERO: investigación Social – historia. DOLORES CACUANGO

Poesía: De la obra GRITO Y HOGUERA:“ORGULLO PATRIO”
 

GENERO
Investigación Social – Historia


"DOLORES CACUANGO"
 

Dolores Cacuango nace en San Pablo Urco, en un latifundio que pertenecía a la comunidad de los Padres Mercedarios. Ahí se desliza su primera infancia, entre el calor y el amor de su familia y las duras tareas que desempeñaba desde niña. Ella no tuvo infancia, como todas las niñas de su raza, trabajaba de sol a sol desde que comenzó a caminar.

Cuando pequeña realizaba tareas como el cuidado de sus hermanos menores, recogía hierba para los cuyes, pastaba pequeñas manadas de ovejas o de chanchos, o bien cuidaba las mieses, que los padres dejaban al sol para que doren (Maíz, morocho, arvejas, porotos) etc. Ya joven compartía las tareas duras y pesadas de sus padres.

En ese medio de dolor, hambre y sufrimiento, se va deslizando la vida de Dolores, pero aún así, sus ojos se recreaban en la belleza que le ofrecía la naturaleza.

Más tarde toda esta fuerza y belleza de la naturaleza le servirían para lanzar sus célebres frases a favor de la unidad indígena.

En la misma forma desde pequeña sintió y palpó con horror las crueldades de los curas, los amos, los mayordomos y más empleados de la hacienda que castigaban con crueldad a los indios que no terminaban las tareas de trabajo que se les había señalado. Tareas que eran imposibles de ser terminadas por un solo hombre, por eso el indígena llevaba a toda su familia (mujer hijos, padres y muchas veces hasta los abuelos) y aún así en muchas ocasiones no acababan el trabajo, en esos casos el indígena perdía todo el esfuerzo realizado y no percibía ni un  solo centavo, a esto se agregaba los más grotescos castigos, generalmente eran azotados y amarrados a una estaca en presencia de los amos: curas mercenarios quienes borrachos asistían y aplaudían el escabroso espectáculo.

SE ESCLARECE LA CONCIENCIA DE DOLORES AL GOLPE DE LAS INFAMIAS

Porque no había terminado la tarea los indígenas se les prohibía tocar la leña, el agua o pasar por los caminos de la hacienda y cuando el mayordomo o el amo los encontraban con alguna de estas pequeñeces, les quitaban a los indios lo que llevaban encima, hasta las vestimentas, para hacerse pago de lo que no les debían. Todas estas crueldades que como hierro candente taladran su cuerpo y su razón empiezan a esclarecer la conciencia de Dolores.

En las mansiones señoriales de los mercedarios y de los amos en la capital, pudo observar las “fiestas santas que realizaban en la dulce, fragante y delicada compañía de las señoras y señoritas de la alta sociedad” en donde se hacía derroche de la “más pura alegría” que no era otra cosa que orgías incentivadas por licores finos y bandejas llenas de bocados exquisitos. Ella piensa…! Tanta euforia y tanto gasto a costilla del pobre indio que lo explotan y lo desvalijan del último céntimo, a pretexto de fiestas, priostasgos, de actos imprescindibles, como: matrimonios, bautizos y muertes, hasta conducirlo al hambre y a la miseria completa.

Dolores vive y palpa el dolor y la miseria humana y en su espíritu de ancestros libres, va acumulando años y años de oprobio, de maldiciones, insultos, desprecios para ella y su estirpe, que a veces la siente con enajenación y conformismo y otras veces, ve el ansia de liberarse, de gritar y protestar por tanta humillación y poco a poco van revelándose ante sus amos.

Su primera y ya sentida rebeldía se manifiesta cuando los frailes como era su costumbre, trataron de casarla con un hombre elegido por ellos. Ante esta decisión se resiste con honor, e impide este atropello a la dignidad humana y huye a Quito, para no unirse a un desconocido sin afecto. (Más tarde contaría a sus compañeros de lucha, que le parecía el acto más criminal e inhumano unir dos vidas sin cariño, solo por el interés del señor Cura, que viendo en ella a una rebelde, quería frenar sus ímpetus con este matrimonio).

DOLORES PAGA LA DEUDA DE SUS PADRES CONCIERTOS.

Prefiere entonces pagar como hija de conciertos la deuda de sus padres en la capital. Con su espíritu deshecho por la angustia, Dolores deja su choza y la ternura de sus viejos, el cariño de sus hermanos, familiares y amigos.

En la nueva morada encuentra todo un mundo desconocido para ella y mucho más cruel e inhumano que su vida en el agro. Los amos, los señores de “pura raza”, los Holster pujantes de soberbia y orgullo eran los dioses, los súper hombres, a los cuales no se les podía mirar, sólo servir y reverenciar, para no ser castigada en forma cruel. La mansión llena de habitaciones, con alfombras finísimas, solo las veía a hurtadillas, cuando los amos no estaban en casa. Ella era una de las sirvientas más ínfimas, que la dedicaron a los trabajos más duros y bajos, sin ninguna clase de horarios.

Vuelve aquí a encontrar la presencia de monseñores, amos y señoritas de sociedad, cuando los patrones los convidaban a las grandes fiestas, en las que hacían gala, exhibiendo las vajillas extranjeras y las joyas de alto valor, ya que, en estos actos se concentraban matrimonios, amantasgos y políticas de todo tipo. Se da cuenta como los padrecitos mercenarios y sus amos son iguales, obran de la misma forma, y tienen los mismos gustos y los mismos intereses y que están muy lejos de la bondad de sus legados.

VUELVE DOLORES A SU CHOZA

En esta mansión permanece Dolores tres años. Devengada por la deuda, vuelve a su choza, a sus lares, a su mama pacha, a su reliquia de amor. Vuelve con una dura experiencia de lo que es la vida, pero no conoce ni una sola letra del abecedario. A los terratenientes, los monstruos inhumanos, jamás se les pasaría por la mente instruir a los explotados, para ellos su ganancia estaba en la ganancia de sus siervos, entre más años tengan los ojos cerrados, más humildes y mejor explotados los tendrían. Dolores por lo tanto, era la bestia de carga que tenía que rendir hasta el cansancio. Aquí recorde sus palabras: “Esta es la vida: un día mil muriendo, mil naciendo, mil resucitando”.

En 1908, la Revolución Alfarista dicta la Ley de Beneficencia llamada “Ley de Manos Muertas” mediante la cual el latifundio clerical pasa a propiedad del Estado, esta ley arruinó aun más a los indígenas, puesto que se les dio un nuevo amo, uno mas brutal, ya que el latifundio estatal fue arrendado a plazo fijo de 8 años a políticos influyentes, quienes para obtener los más altos beneficios, cometieron los más grandes atropellos, las extorsiones más infames, sin que haya poder alguno que pueda detener tanto crimen y miseria, puesto que estos detentaban el poder económico y político.

Este nuevo amo utilizó al campesino indígena a quien lo arrancaba de sus hogares para llevarlos a sus haciendas: como castigo, los explotaban con el sistema de aparcería, a la vez que lo convertían en el impecable verdugo del indio, o sea que lo tomaba como al instrumento que debía hacer sus veces, para mayor tortura y explotación.

A pesar de que la Revolución Alfarista fue apoyada por los indígenas, en la decisiva batalla de gatazo, quedaron al margen de las reivindicaciones; “la prometida parcelación de tierras para los indígenas fue una pura ilusión que se esfuma y la revolución que triunfa en el plano político se trunca en el plano económico y social, siendo esto lógico toda vez que se dio la revolución para los intereses de la burguesía comercial que estaba en ascenso en el país.”

En las constituciones de 1897 consta la protección de los indígenas por parte de los poderes públicos  pero se mantiene el latifundio, que es el instrumento que sirve para tener al indio bajo las leyes infames de la institución del concertaje. Un liberal de conciencia Pío Jaramillo Alvarado anota que “en esta época ni siquiera se llega a la adopción de disposiciones como las dictadas en la época de Rocafuerte y los congresos que se enfrentaron a Flores, establecieron por decreto de 1899, que el salario del campesinado no debe bajar de diez centavos y luego en el Código de la Policía cumple. En el mismo Código se establece que el jornalero “que sin justo motivo y sin licencia de su patrón faltare al trabajo o abandonare a su patrón SERA REDUCIDO A PRISION, por cualquiera de los jueces determinados en el artículo 102 y aún más por los jueces civiles parroquiales y no podrán ser excarcelados, sino rindiesen fianza a satisfacción del patrón, sin el correspondiente certificado que acredite su liberación del compromiso anterior”. Por lo anotado vemos que el liberalismo que luchó contra el terrateniente serrano, dio un viraje relegando al trabajador indígena a la servidumbre permanente y a la prisión perpetua.

Vuelve Dolores al latifundio como ya anotamos, ahí conoce al que fuera su compañero para toda la vida, Luís Catacumba y con él procreó su familia.

Dolores trabajó hombro con hombro  con su esposo en condiciones sumamente duras para poder sobrevivir.

Los salarios siguen siendo de hambre, el huasipungo se ha vuelto yermo, el agua, los pastos y la leña que le son imprescindibles para la vida son vilmente negociados por los amos.

Esto explica el por qué de la inhumana pobreza del indio, ya que sobrevivir le resulta un portento. La mortalidad es cada vez más dantesca y especialmente la infantil...... Dolores es también víctima inocente de todas estas calamidades, su familia se extinguió como la luz de un relámpago, de nueve hijos que tuvo mueren ocho, logrando sobrevivir apenas uno, su primogénito Luis.

La vida y sufrimiento de los indígenas no son aislados, son el resultado de la situación y agitación que vive el Ecuador y el mundo.

Es insostenible la situación económica de todos los sectores de trabajadores por lo que toman la decisión de valerse de la única arma que tienen, la huelga. Los trabajadores de todas las ramas respaldan la misma, en los locales de las reuniones diarias nocturnas con llenos completos, en donde los oradores incentivan a las masas a un férreo y viril respaldo.

El 15 de Noviembre de 1922 al grito de PAN y TRABAJO  el pueblo guayaquileño se lanza a las calles, comenzando una organización incipiente del proletariado en el país. La clase trabajadora recibió en este 15 de Noviembre su bautizo de sangre. “La Democracia de los patricios liberales se hallaba decidida a mostrar su carácter represivo con tanto más saña, cuánto que sus días estaban contados” (1 proceso de dominación política en el Ecuador. Pp.21).

Militares del ejército y de la policía, fueron encargados de cumplir la orden de masacrar al pueblo. Los valientes que se bebieron la sangre del pueblo fueron los batallones: Cazadores de los Ríos, el Marañón, el Vencedores y una fracción de artillería. Un año más tarde, fueron estos mismos lobos, los que festinaron a los campesinos de la hacienda Leyton y desde esa época sigue la historia de horror y sangre en nuestro país.

La revolución del 9 de julio de 1825 ha dado fin a la plutocracia Placista y gracias a la intervención de las masas populares han tenido que realizar algunas reformas progresistas. Con esta tarea emprendida llegan por primera vez a los grandes latifundios de Cayambe y toman contacto con la indiada María Luisa Gómez de la Torre, Ricardo Paredes, Luis F. Chávez, Dra. Santiana y otros, llevando a las chozas el mensaje de paz, de amor y de lucha consciente, para la liberación de la indiada y consecuentemente para la liberación de nuestro pueblo.

Dolores poco a poco va captando la ideología y la política de los compañeros. Recorre primero la zona sola, y, luego acompañada, en su heroico trabajo de concienciación. Les habla de lo que ha aprendido. Su inteligencia asombrosa incluida su gran gentilidad para comunicarse, siembra el interés en las masas que comienzan a despertarse, dando así el primer paso para la formación de los sindicatos.

En las reuniones previas, para demostrarles la importancia que tiene la agrupación y que de la solidez de ésta, dependía el triunfo, les decía: “si nosotros somos como grano de Quinua, solos - solos, el viento lleva lejos, pero si estamos nosotros unidos como un costal de Quinua - bien cerrado -  nada puede hacer el viento.

COMO REALIZA ESTA TAREA

Dolores con un bagaje de energía, inteligencia, con capacidad de dirigente y de amor por la justicia y la libertad para su pueblo, se lanza a la tarea de la organización. Primero lo hace en forma personal, se dirige casi diariamente a pie a los diferentes sectores del latifundio: San Pablo-Urco, Santo Domingo Carrera, La Chimba, La Tola, Muyurco, Pesillo, Pucará. El lugar en donde realizaban las reuniones fue un socavón cerca de una quebrada en el centro de estos sectores y las horas de la cita, era, a la una de la mañana.

En las reuniones la dirigente es Dolores, ahí les explica en su idioma materno, el Quichua, el mensaje de igualdad económica y de fraternidad humana y les habla de la necesidad ineludible de la unidad en su más amplio sentido.

 

FORMACION DE LOS SINDICATOS

Con el fervor de Dolores los indios han recogido el mensaje y resuelven fundar los sindicatos. Más adelante verán en aquellos hombres y mujeres de la ciudad que conversan con Dolores, no a los extraños, sino a sus hermanos, porque los tratan de igual a igual, como hombres, como seres humanos,  pero no solo en las reuniones, sino en la práctica, ya que caminan igual hasta la puna, comen igual y duermen en sus chozas, les ayudan a organizarse.... para que la lucha por sus reivindicaciones sea entendida, como sucedió por ejemplo con los indígenas de Juan Montalvo encabezados por Jesús Gualavisi.

 

En 1926, son atacados por el batallón Carchi, enviados por la Junta de Gobierno para defender el latifundio, con la finalidad de desalojar del huasipungo a los indígenas. Es en esta lucha cogidos de la mano con los compañeros socialistas, que se convencen los indios que tienen amigos y compañeros. Comienza entonces a desaparecer el pesimismo que por siglos había saturado su cabeza de que todo hombre blanco era su enemigo y reinventa de repente la esperanza. Ya en los sindicatos van comprendiendo que en este país no solo ellos son los golpeados y explotados, sino que existen otras personas desposeídas, que sufren igual y que por lo tanto están dispuestos a combatir por sus derechos. Que la victoria será el resultado de la unidad......

Estos son los primeros pasos, en mayo de 1926 en Quito, el Partido Socialista Ecuatoriano, convoca a una Asamblea bajo el signo de la unidad de todos los sectores oprimidos. A ella asiste Jesús Gualavisi, líder de la resistencia indígena, como representante del Sindicato Campesino de Cayambe, organización que recibió en justicia un voto de aplauso por haber sido la primera en constituirse como organismo proletario campesino de la sierra.

Repetidas quejas hemos recibido de los elementos obreros y campesinos de Cayambe, con respecto a los abusos de ciertos hacendados, como del  arrendatario de Santo Domingo, que no satisfecho con marcar con el hierro candente de la ignominia feudal a los trabajadores agrícolas que han tenido la desgracia de caer en sus manos, todavía a los trabajadores independientes de su feudo les quita sus prendas para que trabajen por su rescate, por el crimen de haber tomando un poco de leña, que siempre fue del pueblo, y por haber transitado los sagrados caminos de la hacienda”

Para terminar la década del 20, se formaron los sindicatos de “Pesillo”, “la Chimba”, “Mayurco” y “San Pablo-Urco” todos de las haciendas de propiedad de la Asistencia Pública. Ya organizados presentan un pliego de peticiones en que constaban sus reivindicaciones más sentidas:

  • Aumento de salarios
  • Que se trabaje solo hasta el viernes
  • Que la jornada sólo sea de 8 horas.
  • Que se suprima la tarea y la faena el mismo día
  • Que se devuelvan los huasipungos y que se haya estabilidad en los mismos.
  • Que se supriman los diezmos y primicias
  • Que se pague a las ordeñadoras
  • Que se supriman las servicias y las huasicamías.

Estas peticiones fueron presentadas por la explotación sin nombre de que eran víctimas los indígenas. Por ejemplo los salarios eran casi siempre nominales, toda vez que no les pagaban. Los cuentayos realizaban las tareas más duras y las mujeres y los niños eran explotados doblemente. Las mujeres no solo tenían que ser servicias, sino que también se las utilizaba para que se inicien los patrones en la vida sexual. Los huasipungueros, especialmente los dirigentes de los sindicatos, eran amenazados con quitarles la pequeña parcela de tierra.

El pliego de peticiones fue respaldado por la huelga, la misma que la aplaudió el pueblo. Era la primera vez que se paraliza el trabajo en sus tierras, que no acatan los indígenas las órdenes de los mayordomos y que existe una disciplina férrea en los huelguistas, lo que siembra la desazón y el terror en los latifundistas.

Los huelguistas no sólo permanecen en Cayambe sino que una gran marea humana se trasladan a Quito a realizar sus reclamos y a exigir se los atienda.
Aquí el indio repudiado y discriminado encuentra una gran solidaridad de los pobres y obreros, que les prestan ayuda y juntos realizan las demandas, se dan cuenta entonces que no están solos..... Ante la demanda del indigenado y del pueblo, las autoridades atienden sus pedidos...

Dolores demuestra su gran valor de dirigente, será su primer paso hacia la consagración a la lucha, por alcanzar la vida. Esta lucha fue sangrienta, los campos se tiñeron de sangre. Repuestas las autoridades y los gamonales del impacto, negaron después todas las peticiones y lo único que hicieron como siempre fue matar y matar. El ejército fuertemente armado al llegar los indios a sus lares, en forma cruel y vil, los masacró e incendiaron sus chozas con todo lo que tenían adentro.

Dolores expectante mira junto a su marido y sus tres hijos la tragedia, pero esto no la intimidó, al contrario la incentiva porque ve la infamia de los amos y de quienes nos gobiernan, siente entonces la necesidad de ser la verdadera luchadora de la historia. Con su gran inteligencia logra evadirse de manos de la policía y del ejército, huida que no fue sino la búsqueda del lugar donde pudiera continuar combatiendo... y desde allí con mayor valor dirige los ataques y contraataques, la gran milicia de la revolución. Anima a sus compañeros diciéndoles: “A natural unidos como a poncho tejido, patrón no podrá doblegar”.

La masacre no ha quebrantado el ánimo del resto de los indios de Cayambe, al contrario, les han dado una gran lección de estoicismo y de grandeza. Así con una conciencia clasista consolidada, se sienten aptos para plantearse nuevos y más grandes objetivos. En 1931 convocan a un Congreso Indígena para formar un organismo único, que concentre a todos los campesinos de la sierra....

Este Congreso, como se verá, fue combatido por las autoridades, que pusieron todo el empeño para destrozarlo. Decían que era planificado por los comunistas, para insubordinar a la nación. Los latifundistas hicieron todo lo posible para que este congreso no se dé: se mintió, se calumnió de la forma más terrible....

Pese a todo el esfuerzo del indigenado, de los sectores populares y de los partidos de izquierda, el congreso fracasó. Sin embargo, ni este revés lo amilana, ya que nuevamente promueven una reunión de cabecillas, para sentar bases y proseguir su lucha.

Dolores dinámica con esa energía casi incomprensible, desafiante, ha intervenido en la cohesión del movimiento.

Para 1944, con la revolución popular del 28 de Mayo, que trae una aureola de democracia, los indígenas pudieron realizar su anhelo de unidad, fundando la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), siendo elegido presidente Jesús Gulavisí. Dolores Cacuango participó en este congreso como delegada fundadora.

Años más tarde viajarán a Cali, para asistir al Congreso de la Confederación de Trabajadores de América Latina. Aquí también Dolores es reconocida como una de las figuras más destacadas del evento, por primera vez en América latina se oye el grito de ¡NUCANCHIC HUASIPUNGO!.... De vuelta al Ecuador seguirá dedicada a consolidar la Federación, porque se da cuenta que este organismo va a jugar un gran papel en el desarrollo de la protesta y en la consolidación de la libertad, no solo del indigenado, sino del movimiento obrero y otros sectores de los pobres.

Era excelente en los reclamos que realizaba en el Ministerio de Trabajo. Se enfrentaba con mucha sagacidad al Ministro y demás autoridades. El compañero Telmo Hidalgo contaba que “en cierta ocasión había un serio problema y Dolores les pidió que por favor, compañeros, lean dos veces los artículos del Código del Trabajo, para estar completamente segura de lo que voy a reclamar y a plantear, y que cuando estuvieron en el Ministerio, el Ministro le dijo “Dolores ya te hemos arreglado todo tu problema, ya no tenías que venir”. Dolores le contestó: ¡Y que es lo que has arreglado! Nada hay de arreglo, vos sois un mentiroso, porque artículo del código dice esto.…y le repitió el artículo….. y tu dices lo contrario. Eres un mentiroso, eso lo dices porque estás de parte de patrones”. El Ministro se había sonreído y avergonzado, como no pudo mantener la mentira le arregló el problema. Dolores le dio un buen jalón de orejas delante de los líderes sindicales.

LUCHA CONTRA LOS DIEZMOS Y PRIMICIAS

Como era costumbre en el país, por herencia de la época colonial, también en Cayambe se entregaban diezmos y primicias de la escasísima economía indígena. María Luisa Gómez de la Torre influye en los campesinos para que esos diezmos sean entregados a sus organizaciones, a fin de que el producto total los beneficie directamente, resolución que fue tomada y comunicada a la Iglesia.

Ante esto el cura comienza una campaña de calumnia y desprestigio contra los pobres indios. Los cargos principales eran, que son comunistas, que se van a levantar para asesinar a los patronos y adueñarse de sus tierras, que arrasarán con todos los almacenes y que por último van a atacar a la iglesia y destruir los santos. Esta campaña la hace a través de beatas e hijas de maría y luego por el púlpito lanza su ignominiosa calumnia.

Por lo anotado las autoridades toman cartas en el asunto, así como los habitantes del pueblo de Cayambe y comienza una arremetida feroz contra los indios. El gobierno manda batallones a sitiar Cayambe, cuando llegan se encuentran con los indios que estaban ahí en plena calma, solicitando la libertad de un compañero que había sido apresado sin causa alguna, creyendo que este era el emisario de los revoltosos. Los militares rodean a los indios y éstos estaban tan asustados, no sabían de que se trataba. En esos momentos llega Dolores que venía a pedir la libertad del indio y al verlos así, exclama: ¿Por qué están con la cabeza gacha y con el corazón de cuy? Carajo, abran boca y digan , que nosotros no queremos pelea, que nosotros solo vivimos reclamando lo que nos corresponde y que no queremos pelea con soldados, porque ellos también son como nosotros pobrecitos, a ellos los obligan a matarnos por el sueldo que les pagan.....

TRABAJOS SOBRE LA ESCUELA

Dolores extendió su lucha, de los sindicatos a la educación y puso tal empeño que fundaron en cada uno de ellos una escuela dirigida por profesores indios que se habían preparado..... bajo la dirección de María Luisa Gómez de la Torre, que escuchó los pedidos llenos de fe que le hacía la india, cuando le decía: “Ve compañerita vos sí poder leer libros, rótulos, periódicos y ver lejos hasta oro mundo, mientras nosotros sólo vemos hasta la punta de la nariz, como si estuviéramos con ojos vendados”. Dichas escuelas se fundaron en la Chimba, San Pablo-Urco, Muyurco, Santa Ana y Pesillo. Estas escuelas duraron por espacio de 15 años, a espaldas del Estado y de los gamonales, quienes nunca oyeron los pedidos de Dolores y María Luisa.

Avanzando en la educación en 1945, y sin reconocimiento oficial fundaron la primera escuela bilingüe (Quichua-Español) Dolores y María Luisa Gómez de la Torre. Esta última entregaba a los compañeros profesores $20 sucres mensuales de su escuálido sueldo de profesora del Colegio Mejía. Seguían los planes y programas del Ministerio de Educación, incluyendo elementos de la cultura indígena, para obligar al Estado a preocuparse de dar escuelas a los indios.

Por la presión de los terratenientes, que se oponían totalmente a la educación de los indios que veían en estas escuelas “Focos Comunistas” la Junta Militar, en 1963, prohibió el Quichua para la instrucción de los y las niñas. Dolores inquieta por esta resolución exclama “siempre comprendí el valor de la escuela para nosotros pobres indios. Por eso les mandé a mis hijos a la escuela más cercana, para que aprendan la letra”. Y prosigue con profunda pena “Si muero, muero, pero unos siquiera ha de quedar para seguir, para continuar con la lucha hasta alcanzar lo que queremos”.

DOLORES MOVILIZA DIEZ MIL INDIOS POR LA REFORMA AGRARIA

Inteligente como era Dolores se da cuenta que la tal “Alianza Para el Progreso” era otra farsa de los patronos y del imperio, por eso moviliza diez mil indios desde las comunidades y los pone en las calles de Quito, estremeciendo las calzadas en pos de una reforma… Su voz límpida y vibrante sonó en el Teatro Universitario diciendo: “Nosotros queremos comer, alimentarnos. Queremos que nos traten bien: naturales, humanos somos, queremos vivir bien”. Todos los presentes oyeron con unción a una de las militantes más grandes, lúcida y apasionada que ha tenido el movimiento popular e indígena del Ecuador. Terminó con sus frases futuristas: “Somos como la paja del cerro que se arranca y vuelve a crecer y de paja del cerro cubriremos el mundo”.

Dolores iba envejeciendo sin embargo hizo muchos viajes a Quito para reclamar la Ley de Reforma Agraria, que ayude a los indígenas en su objetivo de alcanzar la tierra, pero como todo se hace en el país bajo la orden del patrón yanki, ésta ya había sido pre elaborada por la Alianza para el Progreso, la misma que debía ser insertada al conjunto de reformas, o mejor dicho de artimañas urgentes, que debían detener el peligro de la transformación social.

Dolores se apagó como los cirios lentamente, como que no quería dejar la Mama Pacha, reteniendo en su retina y en su alma todo el fragor de esa lucha infatigable e inacabable por el bienestar de los más humildes. Los caminos recorridos a pié sin fiambre por los cerros, las quebradas y las calles de las ciudades. La sórdida infamia de los detentadores de la justicia. La alegría de ver a sus hermanos levantarse, de ser hombres y la esperanza de ser libres. De oír aún resonar el grito de la indiada, incendiando los cerros con la convocatoria a la reunión del sindicato y a la levantisca contra los amos. De sentir ya la presencia de su Dios Sol tomándola de la mano para llevarla al paraíso, la incentivaba aun en el ultimo momento la genial guerrera con su voz de hierro y trueno nos dejaba su última proclama. “Otros detrás de mi, han de venir para seguir, para continuar.”

Así pasó esta inigualable mujer al mundo de lo desconocido, acompañada y tomada de la mano de su infatigable amiga, la maestra comunista, grande como ella, María Luisa Gómez de la Torre, y de su hijo Luís como ella lo llamaba, y de su nuera.

Una vez por el año 80 en la federación de trabajadores de Pichincha (FTP), tomando una cerveza con Tránsito Amaguaña, que mucho le gustaba para quitarse la sed de los caminos, le preguntamos, justamente para terminar esta pequeña biografía de Dolores. ¿Cuéntanos cómo era Dolores? Tránsito como recordando con alegría y tristeza los días de la lucha cuenta: “nosotras la llamábamos la mamita, la seguíamos a pie juntito, íbamos alcanzando las cumbres, los hombres siempre venían atrás, muy pocos eran valientes, más éramos nosotras, por eso la mamita, a ellos decía que hay que coger pantalón y no dejar caer de miedo”.

¿Y en esas luchas a quienes más recuerdas? Ella respondió: “a los compañeros!. Hay que buenos eran! La compañerita Luisa, el compañero Paredes, Luis Chávez, el compañero Telmo. El siempre está aquí, ha peleado junto al indio, también caminaba con nosotros desde guambrita, también con obreros, trabajadores y con compañeros que venden cosas. Cogidos de las manos y alzando puños han luchado por muchos años, su lucha le va acabando la vida y hoy se sonríe con tristeza, ya está con la cabeza blanca. Recuerda al compañerito Manuel Agustín Aguirre, a la compañera Laura Almeida a Lolita Rodríguez de Martínez, a Alicia Vega.

Siempre recordaremos sus palabras

“PRIMERO EL  PUEBLO.
PRIMERO LOS CAMPESINOS, LOS INDIOS,
LOS NEGROS Y MULATOS.
TODOS SON COMPAÑEROS.
POR TODOS HEMOS LUCHADO SIN BAJAR LA CABEZA SIEMPRE

 EN EL MISMO CAMINO”.
 
 

 

 
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