La Pacha Mama era
un horizonte azul
entorchada en volcanes
mirando al infinito.
De su piel brotaba la semilla
germinando en interminables
geografías.
La primavera ondulaba
los trigales,
y entretejía con finos hilos
de oro himnos gigantes
de amor y armonía.
En sus manantiales cristalinos
ondeaban sus piruetas,
pececitos azulados.
Las flores y los pájaros
semejaban esplendorosos
arco iris,
que asombraban la belleza.
La Pacha Mama era:
Estrella en espirales
encendida,
alga roja, ardiendo
entre las venas,
corazones,
hilandera Luna y Sol
guerrero.
Era
la tierra húmeda, acunada
y fecundada por los Dioses,
y era, voces rondadoras de
ilusiones y de sueños.
Así era de encanto
y de alegrías,
en ese inmenso trébol
de los cuatro suyos.
II
De pronto se ensombreció la vida.
Como el viento corría la noticia:
extraños con armaduras y a caballo
por las playas y los Andes
camino van a Cajamarca.
Con ellos cayó la nube negra,
infamia y más infamia
y la desolación sobre
el extenso reino
Eran clérigos.
Alacranes y basura.
Traían la barba desgajada
y la mirada plena de ambición
y de lascivia.
Hierático con su majestad de Rey,
Atahualpa recibió noticia infausta.
Crédulo a los augurios
Oyó la lengua extraña,
las mentiras,
y la imposición de la cruz y
las aguas bautismales.
Al Señor de los señores
Al Señor de los grandiosos Suyos
Al indomable Señor de sangre Shyri,
Lo cargaron de cadenas.
de escarnios y de burlas.
¡Lo mataron!
¡Era hereje!
Según sacristanes
del crimen meditado,
organizado y embozado.
Gritos.
Denuestos.
Maldiciones.
Alaridos de ira, de venganza.
Estampidos de sangre hecho
pólvora brotaron
por el primer crucificado
de esta tierra americana,
que dio inicio a la era de
rapiña, de mentiras y de crímenes.
Los volcanes estallaron en
truenos y relámpagos.
Se estremeció la tierra entera
y de las entrañas, el genio del mal
querían arrancar al fondo del averno.
III
Rumiñahui
Hombre
Genio.
Conciencia libertaria,
enternecido hasta el hueso
en ira justa por el crimen cometido,
por valles y cañadas
con el cuerno y la bocina
convocó a la unión y a la protesta,
contra ignorantes, aviesos y
diabólicos, que de la Pacha Mama
se habían apoderado.
Al concentrarles dijo:
“Hermanos.
Somos hombres.
¡Carajo!
Tenemos el linaje.
El valor.
El orgullo de los viejos
ancestros.
A la vanguardia todos.
A la vanguardia.
No temblores,
ni miedos ante los dioses
de los blancos.
Los Shyris se levantarán
de sus sepulcros y retornarán
con sus huestes de indomables
a engrosar las filas nuestras.
Adelante…
Adelante…
Los caminos.
Las plazas.
Las calles.
Las ciudades cerraremos.
Con embrujos sepultaremos
los tesoros.
Sacrificaremos a las vírgenes
del Sol,
para que ninguno de ellos las
profane y fecunden sus raíces.
Ya verán…
Ya verán…
“las samas puras”
En cada pueblo encontrarán
sólo cenizas,
para que se harten de humo
y de carroña.
Preparado ya el convite
erguido como un Dios de Piedra,
desafiando a la barbarie
fue a su encuentro.
EL CONDOR, transformado en
PACHACAMAC
Con toda la fiereza de su raza
inició batalla interminable.
Ante el disparo de fusiles y arcabuces,
con una enorme carcajada de
burla y de desprecio
se enraizó en el viento.
En el fuego,
y en la tierra,
para ser INSURGENTE
LA VANGUARDIA COMBATIENTE
Y REDENTORA de nuestro Continente.