Germán Pitúa
Hoy en vez de traje negro
amanecí vestida
de ternura, de amor
de orgullo patrio.
Aunque tengo el alma
con frío en las arterias
por tu muerte,
me he puesto a escribir
con tinta negra,
extraída del negro al agua
de mis penas,
la dulzura enraizada
y dormida en mis entrañas.
Dejo incrustado
en paño rojo,
tu valor de combatiente.
tu vena cristalina de
veneración
por Pacha mama.
Tú raíz encuadernada
entre la selva.
Tu agilidad de viento
Tú río mar.
Tu cielo azul.
Tu luna.
Tú obscuridad
Y tú silencio.
Abriste los ojazos
bajo el matorral
y creciste jugando
al escondrijo
con el tigre
el marsupial y los
conejos.
En la maraña te formaste,
bajo el ojo instructor
de tus mayores.
Guerrillero te hicieron
al calor de la tribu,
de sus luchas y costumbres,
manejando líneas,
salvando escollos
y pantanos.
Y viendo transformarse
los soles en luceros.
Por eso a los 15 años
ya eras: un soldado,
Un estratega regio
Un general de generales.
Un genio en la pelea.
Te fuiste
Pequeño Cristo,
cobijando en la bandera
ecuatoriana.
Cómo un hombre.
Cómo un Señor del Monte,
Cómo el águila volando
a las alturas.
Esta guerra maldita, egoísta
y genocida,
burló el acuerdo indio.
Después de 5oo años
de oprobios y miserias,
se firmó la redención,
para la hora de la cosecha
alegre
De la libertad
y e la vida.
Los genios infernales,
Truncaron la esperanza.
Acribillaron las espigas,
Los sueños y las ansias,
de tu raza.
¡OH hermanos Shuaras!
Cómo está enlutado el monte,
Cómo se le cayó el ojo
Al águila.
Cómo llora el guacamayo
y el mirlo e la montaña.
Cómo la jungla entera
con aire redentora, atrona
en queja viva.
Cómo de pronto se ensombreció
el día?
Y es noche plena con augurios
de nuevas luchas y combates,
para vengar al hijo de la selva
masacrado,
que fue entero corazón y amor,
de dignidad y patriotismo.
Mañana
En nombre de la Paz,
pisotearán tu sangre
redentora
y entregarán la frontera
defendida
a los gansteres de oro
del petróleo y el uranio.
Lo entregarán…
Cómo a todas patrias.
Cómo a todos los hombres.
Cómo a toda América.
Germán Sitúa.
Aunque tengo el pecho
de orgullo patrio henchido,
por tu valor,
por retener los
jirones de la patria.
Siento una garra
que me apretuje el alma
y un dolor que me revienta
adentro,
como un crujir de huesos,
de vísceras y odios,
de rebelión a pulmón lleno.
Hermano
Aunque tu vida,
Tu lucha
Tú canto
Tus ideales son
América.
Yo deshecha
acribillada de dolor
lloraré por tu partida,
con la lágrima, con la lágrima
más pura, más pura de la tierra. |