El Huarango - planta nativa - beneficia a la tierra y plantas, es el maná de nuestro cielo que nos prevé la nutriente comida de su huaranga, ofreciéndonos su fresca y acogedora sombra, desafiando caprichosamente al tiempo y al espacio para encontrar su propia agua en el rocío nocturno de las pampas y dunas. Este preciado recurso propicia el microclima favorable del ecosistema para los microorganismos, fauna y suelo bendito, nutriéndolo para la siembra.
“Es por ello decidí plasmar de este noble árbol no solo sus encantos e identidad, sino la esperanza de la humanidad, tratando de crear conciencia sobre el aliento de vida a nuestra Madre Tierra entre las líneas y colores cálidas y frescas de mi Obra.
El Huarango de la Promesa” es un tema que corresponde a los antiguos encantos bosques del “Huacca china” (canto de mujer) denominado hoy “Huacachina”, un lugar acogedor y romántico, entre suaves arenas de dunas que cobija en su sombra a la apasionante inspiración del ser humano enamorado de los encantos de la promesa (Prometeo) cual fuego de amor, al que muchos visitantes llegan para apreciar la belleza de su paisaje natural. “En esta Obra pictórica intento plasmar colores fuertes, de mi originalidad andina compatibles con el cálido sol iqueño entre rojos y anaranjados tratando interpretar la ancestral hoguera y tranquila paz del alma en la esperanza vital de la vida entre los verdes, aceptando al eterno amor universal de la energía cósmica del Oasis de América”.